- Cultiva la reverencia por lo sagrado y la verdad
Reflexiona cada día sobre lo que consideras trascendente o valioso (ya sea una deidad, la naturaleza o la verdad universal) y busca comprender la realidad tal como es, aceptando la impermanencia de la vida. - Usa tus palabras con respeto y propósito
Habla con sinceridad, amabilidad y cuidado, evitando palabras que hieran, engañen o carezcan de sentido. Reflexiona: ¿Mis palabras hoy reflejaron mis valores? - Dedica tiempo al descanso y la introspección
Reserva momentos para desconectar del ajetreo, meditar y estar presente en tu cuerpo y mente. Pregúntate: ¿Me di espacio hoy para estar en paz? - Honra a quienes te han dado vida y apoyo
Muestra gratitud y respeto hacia tus padres, familia o quienes te han cuidado, actuando con bondad hacia ellos. Reflexiona: ¿Cómo mostré aprecio hoy? - Protege la vida y promueve el bienestar
Evita causar daño a cualquier ser vivo y fomenta acciones que apoyen la vida y la armonía. Pregúntate: ¿Mis acciones hoy contribuyeron al bienestar de otros? - Vive con integridad en tus relaciones
Cultiva relaciones basadas en respeto, amor y sinceridad, evitando deseos egoístas o dañinos. Reflexiona: ¿Fueron mis intenciones puras en mis interacciones? - Respeta lo que pertenece a otros
Actúa con honestidad, evitando tomar lo que no es tuyo y asegurándote de que tu trabajo o sustento no dañe a otros. Pregúntate: ¿Fui justo en mis tratos hoy? - Sé veraz y evita el engaño
Comprométete a decir la verdad y evitar rumores o calumnias. Reflexiona: ¿Fueron mis palabras hoy honestas y constructivas? - Controla los deseos que causan sufrimiento
Observa tus deseos y apegos, trabajando para liberarte de aquellos que te atan al sufrimiento. Pregúntate: ¿Qué deseos me alejaron de la paz hoy? - Vive con gratitud, sin codicia
Aprecia lo que tienes, evitando envidiar lo que otros poseen, y cultiva pensamientos positivos. Reflexiona: ¿Cómo practiqué la gratitud hoy?
Cómo usar esta guía para la reflexión diaria
- Al final del día, dedica unos minutos a leer estos principios y hazte las preguntas sugeridas. Puedes escribir tus pensamientos en un diario para profundizar en tu autorreflexión.
- Adapta los principios según tus creencias personales. Por ejemplo, si no sigues una deidad, puedes interpretar "lo sagrado" como la vida, la naturaleza o tus valores más profundos.
- Medita brevemente sobre cada principio, usando la atención plena para estar presente y evaluar tus acciones con honestidad.